La alternativa que se plantea a la contaminación por emisiones vehiculares de las ciudades, y que acentuó la mortalidad en la pandemia del COVID 19, es el auto privado híbrido o el eléctrico; el híbrido una mampara para eludir el pico y placa, porque son vehículos que siguen operando esencialmente bajo el motor térmico y el eléctrico, que en el fondo transforma la contaminación por combustión pero traduce la contaminación por baterías, que no son reciclables, presiona la red eléctrica nacional y si de energía hidráulica se trata, impulsa cada vez mayores obras faraónicas en los ríos lo que rompe los ecosistemas de la vida biológica de los sistemas hídricos.
Así como existe un cenit de los hidrocarburos, a más que su uso deriva en gases de efecto invernadero o contaminación de gases nocivos y partículas cancerígenas en las ciudades, existe el cenit de la explotación hídrica para la generación de energía hidráulica, por los efectos a la vida biológica, como se ha mencionado. La opción es infraestructuras como el Canal del Dique, sistemas paralelos a las cuencas principales, obras hidráulicas que mitigan en algo tales impactos.
La opción de la energía solar también tiene sus propias fronteras, algo que dejó de ser una previsión teórica y se convirtió en realidad con la interrupción masiva que se presentó en España en abril pasado y que mostró como la frecuencia de la generación de la solar o eólica, debe ser mezclada con frecuencias estabilizadoras de generación de hidráulica, de termoeléctricas o nuclear. Evitar el apagón en la UE implicó romper la comunicación de la generación española con Francia que va en dirección al resto de Europa Occidental.
Ahora bien, los impuestos, el precio de los combustibles, las restricciones a la movilidad como el pico y placa, que definen la operación de un vehículo solo la mitad del tiempo cada año, los seguros, ya de hecho colocan una vara que está volviendo inviable que se disponga de un vehículo para una familia. De hecho, determina el valor del transporte en general en la ciudad, lo que representa una suerte de confinamiento social.
Los atascos hacen lo propio y las restricciones antes mencionadas buscan moderarlo, sin embargo, se reitera, sin un transporte público eficiente, cómodo y económico, las personas quedan sometidas a la restricción de su movilidad por ingresos.
La otra opción son las motos, lo que ya es popular, un invento que, por su siniestralidad al mezclar un biciclo con una mole de cuatro ruedas, con inercia de más de una tonelada de peso en una misma calzada, muestra los riesgos y dolores que presenta. De hecho, son ahora más las muertes por accidentes de tránsito que las debidas a la violencia. Se extiende al mezclar patinetes eléctricos que superan los 40 km/hora en rústicas calzadas para bicicletas, planeadas para velocidades de 10 km/hora cuando más.
Los defensores del vehículo eléctrico privado como opción parten precisamente de eso, de que su imposición debido a su alto precio lo volverá en un artículo de élites con vías por su puesto despejadas, a pedir de boca. Si se pensara en su masificación, lo que resulta remoto, choca de nuevo con el cenit del litio, cobre, plásticos derivados del petróleo y demás materiales que involucra.
En Europa la presión económica a los ciudadanos, incluye la degradación del ahorro que se concentra en la inversión de vehículos debido a las medidas impositivas que obligan a abandonar el vehículo térmico, lo que se agudiza con la guerra entre potencias en Ucrania, no ha hecho sino impulsar los movimientos de extrema derecha.
No se trata de darle validez a los negacionistas del cambio climático o el cenit de los recursos, se trata que las políticas partan de reconocer la necesidad de transiciones, creando alternativas sustentables y económicas, en este caso, por tanto, de movilidad para los ciudadanos.
En la (referencia) el terremoto que viene a Europa ante la adopción de políticas que constriñen el uso del vehículo de combustión a gasolina en medio de la crisis económica. De recordar, que, en Europa Occidental, el vehículo particular impulsado por diésel ya ha sido expulsado de las ciudades, algo que en Colombia no ha sucedido.
Puzzle de publicaciones<< >> Blog<< <<Geoeconomía> <Geoconflictos> <Geoenergía> <Biosfera>









