Si la revolución tecnológica de la internet
facilitó la creación de un nuevo espacio geoeconómico con empresas lucrativas a
nivel global, la recreación del mundo financiero a través de las compañ+ias que
se aglutinan en el Nasdaq y más tarde, la adopción generalizada de una antigua
tecnología explotación de petróleo y gas, abandonada por su baja rentabilidad y
los altos costos ambientales permitieron a EEUU domeñar la inflación, hoy
estamos ante la doble crisis de la necesidad internacional de crudo con valores
competitivos por parte de EEUU y finalmente la crisis del Nasdaq, esto debido a
que el coloso militar del norte perdió la competitividad tecnológica que le
sustentaba y que progresivamente está siendo consolidada por China.
La dificultad para Estados Unidos se vuelve más compleja cuando la expectativa de extender la pirámide financiera con la revolución de la movilidad eléctrica, los autos autónomos o la inteligencia artificial, con perspectivas de nuevas expansiones geoeconómicas, como se ha mencionado, son temas en los que ya toma ventaja Oriente, en particular, Beijing.
La situación tampoco sonríe en la esfera de la guerra si se piensa en como evoluciona la situación en torno a Ucrania, el comportamiento de la Unión Europea sometida a tendencias centrípetas o que empujan su disolución como respuesta a los condicionamientos y presiones trasatlánticas, o el mismo Oriente Medio.
Sobra decir, que la crisis de los frentenacionalismos o la denominada democracia liberal en Occidente tiene que ver con lo mencionado.
tienda la reflexión con un contenido de nuestro archivo
