2024/06/26

Una de las características de las grandes sociedades empresariales gira en torno al secretismo sobre sus propietarios, esto porque conocidos estos es posible confirmar las hipótesis sobre los intereses de sectores económicos particulares o sobre la política, que movilizan.

De hecho, las empresas en cualquier caso, se presentan como neutrales en el mundo de la política, si se piensa en los partidos políticos-solo nos dedicamos a producir y a generar riqueza para el país, el mantra aséptico clásico-, lo que se garantiza no porque omitan el financiamiento de campañas de quienes hacen parte de frentenacionalismos, esa dualidad de partidos que se presentan diferenciados ante la opinión pública pero que en el fondo asimilan un interés común con los grandes empresarios, sino porque los apoyos económicos privados contribuyen a la artificialidad que adquiere la democracia, donde el gobierno no sale de dos agrupaciones políticas, ambas evidentemente financiadas por la gran empresa, como en un juego de cartas marcadas.

Es el nuevo “fantasma que recorre el mundo”, a decir, la crisis de la democracia en el modelo occidental capitalista.

Claro está. Ante un problema sistémico de este tipo, apenas es esperable la puesta en práctica de formulas que hagan de cobertura, y permitan de manera más o menos figurativa mantener el estado de las cosas propias del bipartidismo, y es el ascenso de movimientos políticos que rompen los propios partidos, si se piensa en las clásicas banderas que “chocaban” en la escena de los frentenacionalismos, desde dentro, caso del America First de Donald Trump al interior del partido republicano de EEUU, o desde fuera, los que se presentan como “nuevos partidos”, como la Agrupación Nacional en Francia, Vox en España, Ukip(Partido por la Independencia del Reino Unido, que en su auge impuso el Brexit) en Gran Bretaña, Hermanos de Italia en Italia, Chega en Portugal o el partido libertario de Milei en la Argentina, por colocar algún ejemplo  de una tendencia que se repite a lo largo del mundo, y que curiosamente converge en el apoyo al ala occidental en la guerra de Ucrania, en general con el auspicio al genocidio que practica Israel a la nación palestina, y que contrasta, si se piensa en fenómenos de la city, con lo que sucede con Alemania, en particular con Alternativa para Alemania(AFD), quienes si tienen como bandera su oposición a la guerra en Europa Oriental.

Recordar que pese al “histórico” revés del Partido Social Demócrata alemán, PSD, que rompe el frentenacionalismo en el corazón de Europa, con el ascenso de AFD en las pasadas elecciones al parlamento de Europa, el actual canciller Scholz se resiste a la disolución del Reichstag, o parlamento alemán, precisamente por el temor a que una agrupación política en contra de la guerra de Ucrania, se imponga y saque a Belin de la conflagración en torno a Kiev.

Una conclusión transversal a lo mencionado, es el hecho de como los partidos en occidente, nuevos o viejos resultan casi indiferenciables si se piensa en la situación del extranjero o de los migrantes. Los unos que redirigen la insatisfacción de las sociedades, que precisamente tiene origen en la crisis del modelo neo capitalista, señalando como causa a la inmigración, estos más xenófobos, y que “sacan la gente a votar verraca”(AFD, UKIP, Fratelli d´Italia-FDI, Agrupación Nacional, Vox), mientras los otros, más moderados, si bien están de acuerdo con medidas de control a la migración(el clásico bipartidismo), lo que incluye la expulsión, también convergen con la idea empresarial de la necesidad de mano de obra poco calificada para oficios que los nacionales no realizan por ser injustamente mal remunerada (Se diría del interés de mantener gradientes de la ilegalidad en la migración, que permite una explotación excepcional) , y la relacionada con el mantenimiento de la captación de profesionales, como extensión de los procesos de fuga cerebros del “tercer mundo”.

Vale detenerse en lo que está sucediendo en Francia, donde el Frente Popular, una coalición de partidos de centro izquierda, con facciones del partido verde, partido socialista francés, partido comunista y la Francia Insumisa de Jean Luc Melenchón(este último que propone la salida del país de la Otan), que en encuestas viene marcando favorablemente en medio de la disolución del parlamento y elecciones adelantadas convocadas para este fin de mes, por el presidente Macron, un fenómeno que bien puede descuadrar los cálculos del premier francés, si se piensa en el acuerdo potencial entre la Agrupación Nacional de Le Pen y el macronismo, con mancomunidad en la guerra de Ucrania y el apoyo a Israel. Ya el residente del Eliseo habla que esto derivará en una “Guerra Civil” en el país.

Luego de este largo paréntesis y volviendo al inicio de la columna, sobre el secreto y opacidad en torno a los propietarios y directivos de grandes empresas, que desde luego están tras las bambalinas del poder político, obliga a detenerse en la empresa de empresas del mundo de hoy, la relacionada con la Inteligencia Artificial, el neo colonialismo global en proyección, y que como en pocas oportunidades como esta se muestra quienes participan de la misma, en particular, de la empresa insigne OpenAI sobre la que están gravitando los pulpos tecnológicos Microsoft o Google, que en libros se denomina Alphabet, que monopolizan en occidente el sistema operativo de la totalidad de procesadores y, por su parte, el buscador de internet Chrome.

Menciona un artículo de CNBC (ver referencia), que OpenAI anunció el jueves su nuevo miembro de la junta directiva Paul M. Nakasone, general retirado del ejército estadounidense y ex director de la Agencia de Seguridad Nacional.  En otro lugar menciona como directivos a la Dra. Sue Desmond-Hellmann, ex directora ejecutiva de la Fundación Bill y Melinda Gates y a Larry Summer, exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, en la era Bill Clinton. No es teoría de la conspiración, por su puesto.

    xtienda la reflexión con un contenido de nuestro archivo