Las aguas tranquilas para la unipolaridad estadounidense
han terminado. Sin duda, hay quienes prefieren un mundo definido
por el dictado de Washington, mientras la multipolaridad emergente requiere de
construcción continuada de consensos.
La multipolaridad, habla a su vez, de como otras potencias se sacuden del dominio económico y político gestionado por Estados Unidos, esto debido a que la unipolaridad está atravesada por la “arbitrariedad” que le sustenta y donde es la supremacía la que define el rol de las demás potencias, donde sus intereses son subrogados y el sometimiento la regla.
Este mismo fenómeno es el que pone sobre la mesa la confrontación militar, “el último argumento del rey”, se diría, por lo que la naturaleza del escenario geopolítico actual sumerge la diplomacia del mundo unipolar, mientras emergen y se consolidan progresivamente los acuerdos de diverso orden entre países al margen de la potencia hegemónica en declive, lo que incluye, por su puesto, los acuerdos militares.
Mientras la Otan se consolida, con un Estados Unidos que obliga al Viejo Continente a hundirse en la guerra de Ucrania, lo que intensifica las tensiones en torno a la frontera rusa, Moscú, por su parte, amplia el espectro militar del Tratado de Seguridad Colectiva, del que hace parte, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, con el acuerdo establecido esta misma semana con Corea del Norte.
El presidente Putin, tras 24 años volvió a pisar suelo de Pyongyang para rubricar un acuerdo que incluye en su ítem 4: si uno de los países es invadido y es empujado a un estado de guerra, el otro debe desplegar “todos los medios a su disposición sin demora” para proporcionar “asistencia militar y de otro tipo”.
De recordar, que el ejército de Corea del Norte, es el cuarto en número de efectivos a escala global con 1,1 millones de soldados. El primer lugar es ocupado por China con 2,1 millones, le sigue Estados Unidos con 1,5 millones e India con 1,3 millones. En este ranking, Corea del Norte es escoltado por Rusia, con 1,1 millones de efectivos.
La repulsa no se ha hecho esperar por parte de Corea del Sur. Sin embargo, dicho país posee oficialmente 3 bases militares estadounidenses y cerca de 30 mil efectivos acantonados luego del fin de las hostilidades durante la guerra de Corea entre 1950 y 1953 -más no de un tratado de paz entre las partes-, y lo que lo convierte en un Estado satélite de Washington. Rusia, a su vez, no tiene bases militares en Corea del Norte.
La actual división de la península de Corea, se presenta luego de la más reciente invasión sobre esta región procurada por el imperio japonés en 1941 y que se extendió a territorios de China, el Pacífico y el Sudeste Asiático.
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