2025/08/10


Tras finalizada la primera guerra mundial, que como la segunda tuvo como epicentro Europa, sobrevino una verdadera plaga (como lo es hoy el fentanilo) en Estados Unidos con el consumo de alcohol, lo que afectaba la fuerza de trabajo industrial, la convivencia familiar y por el poder que los carteles del etílico acumulaban permeando los partidos políticos, ascendiendo hasta el pináculo del gobierno federal, la justicia, agentes del orden, en general el estado, lo que convirtió esto en un problema central al punto que derivó en la instauración de la Décimo Octava Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que hizo explícita la prohibición de la “fabricación, venta o transporte” de bebidas embriagantes.

La era del Sindicato Nacional del Crimen, como fue definida la organización, tuvo su propio pacto de Ralito con la conferencia de mayo de 1929 en Atlantic City, precisamente en medio de la crisis financiera estadounidense. Luego de promulgada la Enmienda, los nombres de los protagonistas que todos conocían escalaron hasta llegar a los escritos de investigación de la justicia, algo parecido con lo que se presentó con Pablo Escobar y compañía ilimitada. Emergieron pues a las portadas de los diarios Lucky Luciano, Al Capone, Benjamin Siegel, Frank Costello, entidad que migró como era de esperarse a la constitución de sus propios grupos armados, lo que derivó en cobros “por seguridad” en las calles y al sicariato (historia calcada para un Macondo conocido).

Una de las primeras guerras contra las drogas la desató el mismísimo George Washington en 1791 cuando el prócer de la patria decidió imponer un impuesto al Whisky con lo que no solo reguló su consumo, si no que buscaba obtener recursos económicos con que mitigar la deuda del Estado Federal que sobrevenía a la guerra de secesión.

Ahora bien, en Estados Unidos el modelo adoptado para el tratamiento de este problema mezcla represión y prohibición con negociación, es una constante, lo que incluye la delación, entrega de bienes. Entre otros, ha utilizado estos aparatos para extender y consolidar sus dominios en el contexto de la colonización imperial.

En Colombia han sido sucesivos los procesos de negociación con grupos armados ilegales y los hubo en medio del gobierno del expresidente Uribe. El problema de la negociación, como lo menciona el presidente Petro, no es en sí misma la negociación si no que las claves para evitar o mitigar el reciclaje de la violencia no funcione, lo que tiene que ver con el reconocimiento de los hechos(verdad), una justicia que, aunque no basada en lo punitivo permita erigir a la misma ante la sociedad y la reparación, la que debe realizarse en función de las víctimas, y a lo que se ha hecho conejo, para no alargar. Entre otros, la desigualdad social, la extendida informalidad laboral, los servicios sociales y otros ítems del resorte del estado también soportan el que existan facilidades para la conformación de ejércitos ilegales y que avanzar en ello es también una apuesta por la paz.

En Estados Unidos ni la Decimoctava Enmienda de 1920 que facturó la prohibición del alcohol ni su derogación en 1933(curiosamente en medio de la Gran Depresión), ha evitado que el crimen organizado permanezca, se recree y proyecte hasta la actualidad, de lo que poco se habla(solo pensar en el peso que tienen los paraísos fiscales en la economía mundial), lo que también está asociado a desviar la atención del problema con la criminalización por color de piel o nacionalidad, algo que como se sabe hoy adquiere un nivel epidémico con las medidas adoptadas por Wall Street en versión Trump.

Sin duda, es la instauración de un estado de bienestar la mejor cura contra el crimen organizado y de lo que puede dar fe la antaño Unión Europea y que hoy por su desmantelamiento y el interés político por imponer una sociedad securitizada, que de facilidades a medidas de pérdida de derechos civiles empuje el carro de la guerra contra Rusia, hoy ve reverdecer el crimen organizado por doquier.

La paz total por ello es un modelo de intervención más que un fin en si mismo que pueda evaluarse en el corto plazo. Es una política que contrasta el modelo donde el centro de la actividad de los gobiernos es la seguridad (sin que sea omitida como elemento fundante de estatalidad).

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2025/08/02

Una de las principales críticas que hacían los neoliberales a los keynesianos en la pasada década de los ochentas, era que el exceso de regulación a la economía por parte del Estado conducía a regímenes dictatoriales y antidemocráticos, la encíclica de Hayek.

El fin era trasladar el poder del estado a élites (el tema de que el ejercicio del Estado en las labores públicas estaba contaminado de corrupción obvia el hecho de que los partidos tradicionales son extensión de los grandes empresarios). Era en la práctica el fin del Estado, vaciarlo de su sustancia que eran los bienes patrimoniales y el aprovechamiento(transformación donde se produce la riqueza) y lo que daba la posibilidad a la recreación de la sociedad con inversión pública, la democracia. Paulatinamente las constituciones quedaron en el papel en lo progresista mientras, la labor de Congresos y Cortes en muchos aspectos era derogar lo que irritaba la perspectiva Neo, mientras se impuso la alcabala, vivir de los impuestos al ejército de desempleados "producto" real del modelo. 

Sucede con la situación del mundo virtual con las redes sociales y la internet, y es que ningún estado debe regular la red porque ello significaría afectar las libertades individuales y el derecho a la expresión de las personas, pero que en la práctica oculta el deseo de que las tecnológicas estadounidenses (en el caso de occidente) mantengan el terreno libre y el monopolio del control de las sociedades.

Se apareja con la discusión de que los Estados no deben regular y regir la educación básica, primaria o superior(ni que hablar del poder que en este sentido poseían los representantes de Dios en la tierra, las iglesias) y, de nuevo, de lo que se trata es de desconocer que los “valores”, la cultura y las visiones de las sociedades son regidas por las Big Tech de Wall Street quienes hace rato superaron las capacidades y la atención(llegan a ser 7 horas al día de exposición) de las personas a los contenidos impulsados por Meta, X o Alphabet, lo que ya adquiere nueva máscara con los servicios de ChatBot. Ya no es el aula, la familia, los amigos, el sermón del patriarca (por el que ya pocos optan) si no la visión que imprime la pirotecnia del smartphone.

Las normas de uso, esas que por cada actualización hay que aprobar so pena de perder el servicio es una forma de dictadura digital o derogación, también de facto de las constituciones políticas, país a país del mundo y de donde las compañ+ias obtienen la mena con que estructurar algoritmos con los que se amasa la forma de pensar de las personas, lo que va más allá de cualquier cosa que este impresa en el papel de una constitución o un libro de texto de un colegio, un neocolonialismo, en el que, de nuevo, los estados no tienen hasta ahora la posibilidad de arbitrar o regular. Por su puesto, lo ideal es que los Estados recojan una visión que nazca del interés nacional más que de la impuesta sin rubor por Wall Street.

El caso es diferente para China o Rusia donde hay una soberanía digital, lo que para Estados Unidos significa violación a la privacidad de los usuarios, el control y represión de las sociedades, como diría Hayek.

El referente es el que ha abierto Brasil y es obligar a que las tecnológicas de cualquier lugar cumplan con las normas locales y con estándares de transparencia en sus algoritmos que les permitan ser regulados por entidades públicas, lo que debe extenderse país a país en el mundo o en el mismo Estados Unidos.

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2025/07/27

Desde la Segunda Guerra Mundial no se presenta una guerra entre potencias, lo que en efecto deriva en una complejidad de teatros de operaciones a lo largo y ancho del mundo en los cinco continentes y océanos que tiene el planeta. Una guerra mundial, no es pues una guerra táctica y transforma el horizonte económico y político a nivel global por un largo periodo, de hecho, la Segunda Guerra es considerada como la continuidad de la Primera Guerra Mundial:  conflictos que parecían aislados en Asia Oriental y Occidental adquirieron su verdadero lugar como frentes de una misma guerra global.

Intervenciones y guerras de la Unipolaridad, es decir, desde 1991, de la alianza capitaneada por EEUU en Yugoslavia,  Iraq(2 veces), Afganistán o Libia, donde Estados Unidos y la alianza Occidental mostró al mundo sus capacidades militares no son una confrontación que involucre un choque entre potencias, sin embargo, la voracidad de Occidente en esta escena fue la que cimentó la decisión de élites como la rusa respecto de la recuperación de su aparato militar a la espera de la llegada de su turno, lo que de hecho sucedió en 2022.  Por su puesto, China es declarado por Estados Unidos como su objetivo estratégico a derrotar y en un movimiento que transforma el horizonte confrontacional global ha establecido una alianza económica y política con Moscú.

Como se sabe el Consejo de Seguridad de la ONU, que en realidad representaba un acuerdo entre potencias desde 1945 para evitar una confrontación entre las mismas, cumplió su labor en la bipolaridad, pero en medio de la consolidación de la supremacía del colonialismo financiero estadounidense de la era unipolar, en la práctica dejó de ser funcional al objetivo para el que fue creado.

Ahora bien, como los pliegues de la geopolítica son cambiantes(el declive de EEUU se explica en otras columnas y no es para nada un azar), hoy asistimos a la implosión de la hegemonía estadounidense, que tomó curso desde 2007 donde la imposibilidad de hacer soluble el hiper-endeudamiento de EEUU  en la economía internacional, lo que mostró los límites al capitalismo agenciado por la Reserva Federal y que tiene que ver con que cada cosa que se produce en el mundo termina siendo monetizada en dólares en el comercio internacional, privilegio al que puede verse desde ya sus confines si se piensa en que desde 2022, el intercambio de bienes y servicios a nivel internacional privilegia otras monedas al margen de dólar, es decir, hay más transacciones en otras monedas que en el billete verde a nivel global y un fenómeno excepcional en 80 años.

En este sentido, la emergencia de otras monedas soportadas en la producción o el desarrollo tecnológico contrastan ahora con el dólar que se ampara en la imprenta de billetes de la Reserva Federal y la Wehrmacht de la Unión Americana.

Como decir, la deuda de Estados Unidos adquiere un sentido de realidad al igual que el impago de la misma.

EEUU tempranamente intento evitar que este escenario se cristalizara y optó por la estrategia (que ya lleva décadas con la expansión de la OTAN hacia Moscú) con desatar la guerra contra el mayor país en territorio del mundo, es decir, Rusia, en este caso en suelo de Ucrania. En los cálculos había que mantener aislada a Rusia de China, primero socavar y balcanizar el país eslavo para luego someter Beijing.

Empero, el trabajo político de Estados Unidos no fue suficiente y hoy existe la mayor pesadilla que enfrenta Washington(algo reconocido por Trump) y es que está cocinada la alianza euroasiática sinorusa. Pero si de impases coloniales se trata, la guerra de la Otan en Ucrania se ha convertido en una guerra de desgaste, lo que se enfrenta al cronómetro que marca el tiempo de degradación del poder del dólar( un fenómeno con sus propias característica pero análogo le sucede al euro y que tiene lanzado el rearme de las potencias de Europa Occidental para unirse con poder de fuego a la cruzada estadounidense) precipitado el Swift y al avance en el comercio en otras monedas al margen de dólar; a que producir en Oriente es mucho más barato (incluye la infraestructura militar), a la supremacía tecnológica que adquiere China y a que se consolidan acuerdos con potencias demográficas como Corea del Norte para enfrentar el desafío geopolítico(sin hablar todavía de la intervención directa del gigante dormido).

Por su parte, el referente político occidental ha quedado en cenizas en medio del apoyo al holocausto y exterminio que Estados Unidos como Europa Occidental hacen del pueblo palestino con su larga mano representada por Israel.

Son momentos pues excepcionales para la humanidad y si predomina la salida de la fuerza por parte de Occidente no habrá vencedores, no veremos una nueva toma de la capital de una potencia como sucedió en 1945. Como se sabe en una batalla nuclear, como alguien menciona, los sobrevivientes desearían haber sido los primeros en morir.

2025/07/20

La gran bifurcación en cuestión de la geopolítica actual, conocida la emergencia de la multipolaridad y la idea de Estados Unidos de todavía creer que puede contenerla (como evaporar procesos con avances sistémicos de más de dos décadas) pone sobre la mesa la realidad de que las batallas de Estados Unidos contra Rusia en Ucrania, Israel a nombre, de nuevo, de Estados Unidos contra Irán tienden a convertirse en guerras de desgaste y que se prolongarán en el tiempo. La perspectiva de  que Estados Unidos empuje nuevos países alrededor de Rusia y China(verbigracia Taiwán, lo que habla de empujar a Japón o Corea del Sur, que pese a la colonización financiera y militar occidental se resisten) para que entren en choque armado, es algo latente al  igual que lo que pueda suceder en los entornos de otros países pivote que hagan parte de los BRICS plus(como Irán, a ojos lo que ha sucedido, o Brasil, este último en medio de una declarada guerra arancelaria y el intento de manipular el sector judicial cuando Trump habla del proceso en tribunales que  tiene que ver con movilizaciones que culminaron con la toma del Palacio de Planalto, sede de los tres poderes con lo que se intentaba desconocer los resultados en las más recientes elecciones que entregaban la presidencia a Lula da Silva), o a los países que pertenecen a la Ruta de la Seda o el Banco de los BRICS,  de los que hace parte Colombia.

La situación de Estados Unidos no es para nada cómoda en tanto su cronómetro de la historia en términos de la economía está supeditado a emisiones de dólares mientras la contraparte, es decir, China tiene como soporte ser el centro productivo y tecnológico del mundo, donde converge un sistema logístico internacional conformado por décadas, donde los países intercambian materias primas y todo tipo de bienes y a cambio se reciben inversiones en infraestructura doméstica y facilidades en el desarrollo local en diversos campos.

La deslocalización industrial de EEUU(también de décadas) a Beijing y con lo que Wall Street encontró salida a un ciclo de crisis de tasa de producción y de ganancia, la enfermedad del capitalismo que solo se supera con revoluciones del consumo, nuevos mercados, en términos geoeconómicos(como usar, en su momento, la palanca demográfica y de consumo del mercado chino), mayores niveles de obtención de capital en el proceso de producción(era, y sigue siendo más barato producir en China que en Estados Unidos) e intensificación de la extracción de capital por el trabajo, léase neoliberalismo, lo que hace que Washington tenga el asunto piernas arriba mientras que el viento sopla a favor de la incursión de China, la que socializa su logro impulsando desarrollo a escala a nivel internacional en los BRICS, un atractor con suficiente ventaja, incluso para Estados vasallos de Washington y sus élites.

EEUU se queda pues con la herramienta de la guerra en la contención de la multipolaridad mientras sus contrapartes, aunque también se defienden en el orden militar, tienen su centralidad en el desarrollo de sus capacidades productivas y el comercio, claro es, cada vez más al margen de Wall Street.

Por su parte, las rentas demandadas por Wall Street, conocida la monetización en dólares del comercio internacional en 80 años o de cada cosa que se produce en el mundo, tiene las bolsas de la Calle del Comercio al margen de cualquier posibilidad de conciliar rentas suficientes demandadas por un escenario accionario recalentado y esto tanto si se piensa en la economía doméstica estadounidense como  internacional (explica la implosión en cámara lenta del Swift) y como el comercio en los BRiCs “ha alcanzado el 65% en sus propias monedas, mientras que la participación del dólar y el euro ha caído por debajo del 30%” en una tendencia que progresa desde el año 2022 (Ver referencia 1).

Ahora bien, el límite a las emisiones de dólares que impone la emergencia de los BRiCs y la deriva de la inflación en Occidente quita maniobra a la expectativa estadounidense de empujar países en su cruzada contra el mundo emergente: ya no es pues el financiamiento del conflicto mediante impresión de dinero para recobros diferidos en la posguerra. Solo ver lo que sucede a Ucrania, donde el pago que demanda Wall Street por los gastos de guerra (Trump habla de 350 mil millones, monto que intenta ser cobrado con acuerdos con Kiev sobre tierras raras y litio), dejaría empeñada dicha nación por generaciones, y sin que ello signifique siquiera que va salir triunfadora de la misma. (lo peor es que esta riqueza mineral ya parece estar capturada por los rusos). Ver referencia 2.

Otro tanto se presenta cuando lo que Washington vendía como protección militar queda a su vez en cuestión como la invulnerabilidad de sus sistemas antimisiles (considerando el caso EEUU con Israel contra Irán. No solo pensar en la ya venida a menos Cúpula de Hierro como incluso en los portaviones que deben estar alejados de los rangos de misiles hipersónicos que los tiene Rusia, China, Irán o hasta Ansar Alláh en Yemen), esto sin sumar un problema también estructural y es que las emisiones de dólares han “hinchado” el costo de producción de cualquier cosa en Occidente, lo que incluye equipos militares, por su puesto.

Por su parte, pasada la batalla ideológica entre capitalismo y socialismo luego de la caída de la URSS, hoy emergen con cierta sorpresa la batalla entre un Estados Unidos del protestantismo cristiano(la que tiene en el fondo el conductismo de la sumisión al empresario  y con la que tienen colonizada buena parte de América Latina) basado en iglesias impulsadas por magnates de Wall Street y con lo que buscaban socavar el cristianismo de Roma en su territorio(recuérdese que Pence, el vicepresidente de Trump en su primer mandato era representante de este sector);  el islamismo que sobreviene a la revolución iraní (un estallido social juvenil contra la monarquía del Sha hizo que Francia enviara un clérigo, el que consideraban iba a hundir a la postre en el caos a Irán para luego reinstalar de nuevo un gobierno vasallo), presidida por el Ayatola Jomeini; el budismo chino(lo que le da a China un perfil diferente del capitalismo y lo mezcla con el encuentro consigo mismo y la cooperación activa con el desarrollo del Estado); la iglesia ortodoxa de Moscú, que reclama ser la verdadera heredera de la iglesia de Roma, luego que esta ante las invasiones “bárbaras” al imperio romano tuviera que migrar a Constantinopla y el hinduismo, que también emergió en India luego del declive de los ideales socialistas, importantes en su momento en Delhi, y que soporta la perspectiva de regímenes de casta(clase) soportados en la “necesidad” de pagar un karma en el presente (como lo es el pecado original en la religión católica que condena la reproducción como especie.  Puede entenderse como que un “sacerdote”, un monarca, empresario, sociedad o cultura, conocido un fenómeno que imprime la naturaleza se interpone y lo arbitra como forma de instauración de poder y autoridad), en un proceso de as-censo en la cons-ciencia espiritual en un ciclo asociado a la reencarnación(un poco, la resurrección de los muertos en el caso del cristianismo).

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2025/07/13

Contener la impresión del billete verde sigue siendo una meta Wall Street  en medio de un mundo multipolar  que avanza y que pone en dificultad la disolución del torrente de divisas que en el pasado eran tinturadas por la Reserva Federal, que entre otros ratifica la imposibilidad del pago de acreencias de deuda estadounidense en manos de otras potencias(pensar por ejemplo en el primer y segundo poseedor de bonos de Washington, localizados en Asia Oriental, Japón y China) y al subproducto del fenómeno, la inflación.   

Esto explica la guerra arancelaria de la Calle del Comercio al mundo al que no escapan aliados, a quienes se les exigirá más de lo que hasta ahora reeditan con aranceles en torno al 10% y profundización del neoliberalismo, la bandera política de los movimientos "libertarios" serviles a Washington(que toman esto como otros tantos procesos de extracción de capital), mientras la acción punitiva más severa va contra países BRICS como Brasil, al que recientemente le impuso 50% de gravámenes(incluye la demanda de que los procesos legales contra Bolsonaro sean levantados y quien es la punta de lanza en los  propósitos de Wall Street).  El caso de los aranceles a Europa Occidental u otros países del G7 hay que entenderlos como se ha mencionado, ante la demanda de nuevos y progresivos ingresos con lo que se busca contener emisiones de dólares.   

El desajuste estructural de la economía estadounidense con bolsas de valores en montos no reconciliables con la realidad de la producción doméstica e incluso internacional, con su deuda astronómica e impagable hace que cualquier recurso adicional que se absorba será limitado.       

Hay un fenómeno adicional a destacar y es que la era de las anexiones territoriales de la Unión Americana(luego de la independencia de las 13 colonias de Inglaterra, compras de suelo a Francia, España, Rusia(Alaska) y captura de territorio a Mexico) tocó techo a finales del siglo XIX con islas en el lejano Océano Pacifico, y donde Washington reconoció que asimilar ciudadanos y territorios no era tan rentable y administrable como tener Estados vasallos, dando  paso al progresivo colonialismo financiero(la progresión de un comercio internacional acuñado en dinero de la Reserva Federal), lo que propició de hecho la misma Globalización, lo cierto es que hoy ante la reacción de los BRICS de la monetización en dólares del comercio internacional a costa de sus monedas y de la pobreza social doméstica en que deriva, la tarta de nuevo ha dado la vuelta y explica la demanda de Wall Street de anexar Groenlandia, Panamá o Canadá(es decir, si no quieren dólares tocará controlar directamente los territorios como lo fuera hasta finalizado el siglo XIX como ya se ha mencionado). 

Ahora bien, una cosa es considerar anexar Canadá con una asimilación anglo total (lo que incluye los francófonos), por demás, son de tez blanca, que pensar en la situación de Mexico con una cultura visiblemente latina en todos los sentidos. No son blancos ojiazules, por su puesto. 

Esto explica porque en el caso de los mexicas el objetivo de la persecución a los migrantes en Estados Unidos (que son millones), el incremento de aranceles a sus productos, la idea de establecer impuestos a las remesas o la guerra hibrida a través de los Carteles de la droga tienen como fin desestabilizar dicho país que en términos geopolíticos y volviendo a la antesala del siglo XIX, explican la expansión de Estados Unidos sobre suelo mexicano. 

Estados Unidos hace poco quiso incluir como medida de presión adicional chantajear a Mexico con el suministro de gas, sin embargo, fue precisamente Rusia quien saltó e hizo público suministros de gas licuado a Mexico en caso de que lo requiera. Por demás, es China quien ante las medidas arancelarias contra Mexico igualmente ha hecho público su rechazo, lo que se une al envío de un delegado del gobierno de Sheinbaum a la más reciente reunión de los BRICS en Brasil. 

Son las piezas del ajedrez que se mueven y las tensiones de un mundo cambiante que lo hace todo diferente al pasado del mundo unipolar.  

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ref 

2025/07/12

Parece probable que la historia que se escribe hoy mismo contrasta con “el fin de la historia” que imprimía en mármol la permanencia indefinida de la supremacía de un imperio.

Por su puesto, lo  que está a ojos no es una coyuntura que adquiera forma en años contados en una mano, como aparenta verse si se piensa en la aceleración de los acontecimientos, luego de desatada la guerra en Europa en 2022.

“El fin de la historia y el último hombre” libro escrito en teoría por Francis Fukuyama quien posee títulos nobiliarios de Yale y Harvard, resalta por sobre todo, porque el autor era a su vez “asesor” de la RAND Corporation.

La RAND Corporation, se autocalifica como una «organización no lucrativa y no partidista», como se definen de manera general las Organizaciones No Gubernamentales u Organizaciones de la Sociedad Civil (vaya que curiosidad).

 Pero reconoce públicamente (esto si hay que abonarlo), que ‎está financiada por el Pentágono, el US Army [las fuerzas terrestres de ‎Estados Unidos], la US Air Force [la fuerzas aérea de Estados Unidos] y la «comunidad de ‎inteligencia» estadounidense [las llamadas «agencias de seguridad nacional», como la CIA] y ‎por poderosas organizaciones “no gubernamentales”. (referencia 1)

Lo de “ultimo hombre” del título del texto de Fukuyama llama tanto la atención como que fue lanzado en 1992 cuando recién se presentaba la disolución de la Unión Soviética y se desataron los movimientos en Asia Occidental con la primera intervención militar encabezada por Estados Unidos a Iraq (Guerra del Golfo en 1991). La segunda fue en 2003 con propiamente la invasión de Washington y las cities europeas a dicho territorio.

La recuperación de la confianza de Washington en las aventuras militares finalizada la bipolaridad(disolviendo los fantasmas de Corea, Cuba y Vietnam, donde EEUU se enfrentó a movimientos nacionalistas, que de otra parte promovían capitalismos de Estado en contraposición al capitalismo donde Wall Street gestionaba los países), apalancó la proyección del telón de acero occidental con la expansión de la Otan en suelo europeo en dirección a Rusia, comenzando con la intervención y desmembramiento de Yugoslavia en 1999 (país con centralidad en un pueblo eslavo tal como el ruso), así como las sucesivas ampliaciones de la Alianza, que tiene todo que ver  con la esperable homogenización cultural imperial anglosajona:  se “integran” a la Otan en 1999, Polonia, Hungría y la República Checa, y en 2004 con Bulgaria, Estonia, Letonia, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia. En 2009, fueron absorbidas Albania y Croacia.

Tras desatado el choque militar de Estados Unidos contra Rusia en Ucrania en 2022, el dispositivo geopolítico en marcha desde finalizada la Guerra Fría precipitó lo que era una realidad fáctica que era la anexión formal a la Alianza de Finlandia y Suecia en 2023 y 2024.

Ahora bien, la teoría “del último hombre” de Fukuyama, entendida como que no habría otra idea del mundo diferente a la supeditada por Wall Street ha dado un visible giro recientemente, aunque es un proceso, por su puesto, que lleva más de un par de décadas de duración(más de un cuarto de siglo, otra vez, como en otras columnas).

Paralelo al avance de Estados Unidos con la Otan en Europa (bueno, las acciones de la Unión Europea no solo asimilan el interés de las élites de Europa Occidental con Washington si no con que se ha vuelto el soporte financiero de la Otan, es decir, ha terminado por asimilarse a una organización militar), las élites euroasiáticas han establecido formas reactivas a dicho predominio.

La dupla Putin/Medvedev en Rusia o Hu Jintao/Xi Jimping en China son expresión de ello, y un cuarto de siglo, de nuevo, en el propósito.  Lula/Rousseff van en igual dirección por su puesto.

En este sentido, comprendiendo que las potencias en torno a BRICS ahora son el blanco de Washington en la dirección de evitar la continuidad en el avance del mundo multipolar, es que hay que comprender la guerra desatada de Israel/Occidente contra Irán (ni hablar de lo que sucede con Ucrania o Taiwán) y, la coyuntura en curso de la guerra arancelaria que Wall Street impone a Brasilia (ver referencia 2).

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2025/07/05

En Génesis 27-28 dice que “Creó, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó."

Por su puesto la Biblia como el Corán o la Torá, que comparten una misma matriz ideológica este Antropocentrismo gravita en su “Génesis”.

Dios es pues un ser humano según esta creencia en tanto “Dios creó al hombre a su imagen”.

Más adelante en Génesis  28-29 Dios mandata al ser humano recién creado. “Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra."

Otro Antropocentrismo del que no se salvó ni el marxismo (por su puesto, menos aún el capitalismo), y representa un permiso para “explotar” “domeñar” la naturaleza de manera indefinida como si ello fuera posible. Solo ver lo que ya sucede con la sexta extinción masiva de materia viva o la contaminación de lo inconmensurable de la atmósfera (pensar en el transporte motorizado con fósiles) o los océanos (que tiene que ver con la contaminación de casi cada río que existe en el planeta y que termina en los mares).

La salinidad de los océanos y el sistema excepcional de la naturaleza que toma energía solar para por evaporación subir el agua a las nubes (el cielo) para “crear” las lluvias, equilibraba la contaminación orgánica pero no química, que es la que por obra de la “creación” humana y uso de los combustibles fósiles ha “creado” el cambio climático. Ni que hablar de la contaminación derivada del uso de la fisión nuclear (buena o mala, como la clasificaría el Génesis).

Otro salto al vacío al que se lanza a la humanidad en el Génesis, que predetermina toda la forma de conductismo humano psicológico, ideológico o “científico” (por los siglos de los siglos, amén).

Génesis 29-31. Dios dijo además respecto de lo que entrega al homo sapiens: "He aquí que os he dado (…) a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra." Aquí Dios sustrae del mundo animal a los seres humanos.

Bueno, eso de “homo sapiens” es decir, el que piensa, es otro mito más contemporáneo. Como si los sistemas vivos no se desarrollaran con lógica, estructura física y biológica, sistemas de comunicación, obtención de energía…etc. Como lo hacen los humanos.  No hablan o escriben, no montan en avión, no usan “smarphone” o cohetes, pero se desarrollan según un saber tan excepcional, como el que dice tener, por definición (de un humano que se cree Dios), el homo sapiens.

Bienvenidos pues a ser parte del mundo animal y del mundo vivo en su conjunto, como simplemente una infinitesimal parte del mismo. 

No olvidar que tienen sistemas de autoprotección, alivio, convivencia, reproducción, saber, conocimiento….

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2025/06/28

El fin del imperio romano- para hablar de la historia de Occidente porque Oriente tuvo su propio proceso- dio lugar a la emergencia de la vida oculta en la dermis social de Europa.  Al declive de la “romanización”, sobrevino una miríada de culturas hasta entonces definidas como bárbaras; galos, macedonios, bretones, dacios, lucitanos, germanos, por nombrar algunas, que fueron soporte, bases nacionales de los estados europeos tal como se conocieron hasta la Segunda Guerra Mundial desde cuando fueron colonizados culturalmente, como en el pasado, pero en este caso por la perspectiva anglosajona, más adelante propiamente estadounidense.

La predominante economía centrada en el imperio romano progresivamente dio paso pues a las potencias también coloniales en torno al Reino Unido, Holanda, España, Francia y Alemania, entre otros referentes.

La designación de los territorios y el pensamiento único del sistema mundo imperial romano, homogenizador como todo imperio, en su declive, permitió la recuperación de la palabra, el idioma, el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural reprimidas, así como de múltiples centralidades en el desarrollo técnico, económico, científico y comercial.

Esto para decir, que el declive del imperio estadounidense actual hace ingresar a la humanidad en una etapa no muy diferente, si se le compara con lo que sucedió a la postre de la caída del imperio romano (sucede de forma natural con el cenit de otros imperios en la historia del mundo), y provocará que las naciones más decididas en su papel regenerador del conocimiento, se reposicionen y adquirieran  nivel como referente social e ideológico global del sistema mundo cultural y nacional diverso que emerge.

Ahora bien, también es cierto que el declive de las grandes potencias se presenta paralelo a derrotas en el ámbito militar, lo que, de hecho, significa erosión o de otra forma, asimilar el reto existencial de las mismas, la prevalencia o supremacía, y nunca antes en la historia este proceso viajó paralelo al desafío que representa el potencial uso masivo de armas nucleares como si se observa en el presente (en esto hay que considerar dos mojones de la coyuntura, la guerra de EEUU contra Rusia en Ucrania o lo sucedido en la “primera” batalla contra Irán-, más recientemente).

El contexto de la desaparición de la URSS resulta singular, si se considera que dicho estado federado poseía poder nuclear pero que terminó por volver consciente una derrota ideológica (aunque no fuera cierta) y facilitar de alguna forma su desmembramiento, de forma pacífica, lo que incluyó la degradación de su perspectiva como superpotencia.

En el presente, la caída del imperio estadounidense, un imperio verdaderamente global donde terminó por monetizarse cada cosa que se produce “en el planeta” en dólares, si se piensa en la economía de las sociedades humanas, presenta por esto mismo un precipicio al frente sin parangón, una particularidad tan cierta como la de la tentación del uso generalizado del arma nuclear por parte de la metrópoli colonial en su defensa o como fórmula de resistencia a su declive y ante los reveses militares. No olvidar que EEUU ha sido la única nación del mundo que ha hecho uso de dos bombas atómicas en contexto de una batalla militar, y lo hizo, lo que cabe recordar, sobre ciudades japonesas, es decir, sobre población civil.

El sistema de valores occidental ha sido minado consistentemente a lo largo de décadas de injerencismo armado o no(), y que materializa en los huesos su perspectiva más cruda en el campo de concentración y aniquilación de Gaza, algo que pese a seguir siendo blanqueado debido al control de los mass media tradicionales, públicos(neoliberalizados) y privados en el mundo de forma generalizada, deja sin piso los más elementales cánones legales afines con la convivencia humana, tal como en lo que terminó la Alemania del Tercer Reich.

La emergencia multipolar, es decir, el reposicionamiento de otras potencias en el concierto inter-nacional debido al auge productivo, tecnológico y comercial de Oriente, que apalanca otras potencias y naciones en el mundo, permite no solo confrontar a Occidente en estos terrenos si no respecto de parámetros civilizatorios que, habiendo sido derogados, explican la acción continuada de dominación imperial, lo que riñe con la democracia y las posibilidades de bienestar de las sociedades.

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2025/06/23


La geopolítica fue lanzada al olvido luego de las dos grandes conflagraciones internacionales del siglo XX debido, en particular, luego de la Segunda Guerra, a que las potencias vencedoras en la misma definieron áreas de influencia y roles económicos como políticos con que evitar la destrucción en que derivaban los choques militares, y lo que incluye decenas de millones de muertes de personas considerados, en el contexto de la economía, como fuerza laboral y de consumo.

Este contexto fue en el que se cimentó la constitución de la Organización de Naciones Unidas y la prerrogativa del Consejo de Seguridad, donde 5 potencias dictan el quehacer de cerca de 200 países asociados y el definido “derecho internacional”, en tanto poseen poder de veto respecto de la Asamblea General, de la comunidad de naciones o comunidad internacional.

Ahora bien, la geopolítica, que ahora entre expertos toma el nombre de “realismo político”, habla de que las naciones tienen intereses respecto de su desarrollo nacional, lo que tiene que ver con su carácter como asociaciones humanas autónomas e independientes.

De paso hay que decir, que la “autodeterminación de los pueblos”, algo que apenas quedó en el papel en la proclama de la ONU, y que tiene que ver con la perspectiva de la geopolítica, no riñe con el hecho de que los países armonicen, cooperen y establezcan relaciones pacíficas que permitan el desarrollo mutuo, en oposición a la idea generalizada, aunque no reconocida públicamente por élites domeñadas en el marco colonialismo financiero, que solo  ello es posible si se tiene “un policía mundial”, un hegemón, que arbitre o en su defecto, imponga por la fuerza el rol de los países.

Por su puesto, el diálogo entre naciones donde se trancen sus intereses es contrario a la perspectiva de democracia restringida que ha caracterizado la guerra fría o la unipolaridad, es decir, los más recientes 80 años, 4 generaciones de personas, mal contadas.

Entre otros, lo de la teoría de la necesidad del hegemón enmascara la idea de que las sociedades deben ser sometidas, esclavizadas, por otras que bajo la mampara “de la ilustración” saben cual es el deber ser de estas, es decir, oprimidas o utilizadas con fines económicos como políticos: es la denominada paz imperial, por su puesto.

Sin duda, no hay que olvidar que el sistema internacional per se ha sido definido por posiciones de fuerza (convencional o nuclear, mediática), sin embargo, la multipolaridad debe permitir que los niveles de democracia logrados en su momento en la Unión Europea o los estados federados en Estados Unidos, considerando el pasado de los Estados de Bienestar, y por colocar un ejemplo, sean el referente para una comunidad de naciones global.

En lo que habrá que incluirse la perspectiva que suscita mitigar el cambio climático, el uso de combustibles fósiles, que es otro tipo de autodestrucción.

Por su puesto, esto tendrá sus propios costos en las metrópolis coloniales actuales como Estados Unidos y, de nuevo, Europa Occidental, en general, el languideciente G/7, las que tendrán que orientar sus esfuerzos a producir, innovar y desarrollar socialmente sus países que al principal objetivo actual que es ser segundos en el vagón colonizador con Estados Unidos.

Hace ya algunos meses se ve en titulares que Europa Occidental y las naciones del G/7 al margen de Estados Unidos(que ha mantenido su enorme gasto militar recreando guerras por doquier) se rearman y revocan con apoyo de Washington sus marcos legales que inhibían, desde finalizada la Segunda Guerra, la constitución de ejércitos(Alemania y Japón, por ejemplo) hasta, de nuevo, la adopción, esto si en general del G7, del servicio militar obligatorio  y la priorización del gasto militar respecto del la inversión social.

Es decir, las élites del Norte Global prefieren abocar sus sociedades a nuevos periodos de guerra(un nihilismo que recuerda a Einstein que decía que la 4 guerra mundial sería con palos y piedras) que considerar que debe establecerse un escenario al margen de un hegemón global y que son las relaciones productivas, comerciales y pacíficas las que deben cristalizar un nuevo orden internacional.

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2025/06/22

Estados Unidos ha pasado de ser el soporte financiero y militar de Israel a participar con su propia aviación en un ataque contra instalaciones nucleares de Irán.

En esto hay que recordar como contexto, que las guerras en Europa previo a la primera gran conflagración iniciada en 1914 y la misma primera guerra, los bandos en confrontación supeditaban su actividad militar propiamente sobre personal castrense respetando el carácter de la población civil definida como no combatiente y desde donde sobrevino a la postre el conocido principio de proporcionalidad.

Esto lo cambió las rondas de bombardeos contra ciudades que desató Estados Unidos e Inglaterra sobre la Alemania del Tercer Reich y sobre Japón (bombas atómicas: unas cinco de estas armas actualizadas son suficientes para desaparecer una ciudad de 10 millones de habitantes y vienen en un cabezal nuclear,  “de los pequeños”,  y en un solo misil) en la Segunda Guerra, que fueron ataques indiscriminados contra población civil y que fue justificado por estos países por localizarse allí alguna logística de los ejércitos de Berlín y Tokio.

Son muchos pues los ejemplos para estirar este tipo de argumentos  con el que se rompen principios básicos y humanitarios en medio de la guerra, y que se burla con frecuentes montajes como el icónico momento cuando el secretario de defensa de Estados Unidos, Colin Powell, mostró en una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, fotografías que resultaron ser falsas sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq y con lo que se desató la intervención occidental sobre este país en el año 2003.

“Investigaciones bipartidistas del Congreso de Estados Unidos arrojaron que fueron exageraciones y uso de hipótesis descartadas” según el portal de verificación de información de la agencia de noticias EFE(ver ref al final).

Desde entonces Iraq, como en Libia donde fue utilizado como argumento la protección de los civiles en protestas (tuvo su propia resolución en el Consejo de Seguridad, la 1973 en la era de la hegemonía estadounidense y que sirvió como mampara para que los aliados occidentales lanzaran ataques en 2011 a dicho país), se debaten entre la guerra civil y la secesión de los países pero en donde subyace realmente el interés de Occidente de hacerse con el control de los recursos petroleros y minerales en general, de estas naciones.

Ahora bien, para referenciar los ataques librados por Wall Street sobre Irán del día de ayer, hay que recordar que pese al miedo que generó la devastación tras el uso de la bomba nuclear en Japón(1945) en otras potencias  y a que la URSS obtuviera la propia en 1949, sobrevino el programa “Atomos para la Paz” en donde las potencias atómicas promovían el uso de la fisión nuclear para producción de energía eléctrica y de radio isótopos para el tratamiento de enfermedades, entre otros fines civiles. De hecho, Colombia llegó a tener su propio reactor nuclear experimental.

En este contexto es que se desarrolló el programa nuclear iraní, por su puesto siempre existen temores que tecnologías civiles terminen en usos militares como lo que sucede con Boeing que produce aviones civiles como el mismo B29, es decir, el modelo Boeing 29, un carguero especial con el que se lanzó las bombas atómicas de toneladas de peso, y ya mencionadas.

Por su parte cabe aclarar, que días atrás, pero después de los primeros ataques a las plantas (entre otros tantos objetivos) de Israel, el jefe de la Agencia Internacional de Energía, Rafael Grossi “confirmó que no existen pruebas de que Irán este desarrollando un programa de armas nucleares”.

En este sentido, la acción militar unilateral de Estados Unidos contra las plantas iraníes, lo que está al margen del derecho internacional en tanto no fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU vela otros propósitos, como es de esperarse.

Israel es definido por muchos expertos como el portaviones en tierra con el que Estados Unidos y sus aliados europeos han pivoteado el control sobre la región más importante en reservas de petróleo del mundo (bueno, y con el fomento de choques entre las naciones del Golfo Pérsico, el “divide et impera”, el divide para reinar de Julio Cesar). En esto la historiografía mediática sobre el “choque de civilizaciones”, o que las sociedades diferenciadas en sus creencias religiosas, sus atuendos o culturas, hacen algo parecido a lo que en Colombia también han intentado imponer como “gen de la violencia” con lo que explican los violentólogos la causa de la república paramilitar. Es decir, que es la sociedad la que está supeditada per se a la violencia, ocultando los verdaderos móviles de la misma, cual es el control del estado por las élites que deriva en acuerdos con señores feudales y narcos en el desarrollo de políticas represivas que den sostenimiento a este status quo, y en lo que convergen con el interés estadounidense respecto de la arista colonial.

Es este pues el verdadero propósito, y es que 80 años de hegemonía estadounidense en Asia Occidental está llegando a su fin, y Wall Street de manera desesperada intenta contener, desconociendo que fue la actitud pasiva de la URSS en su momento y de otras potencias medias lo que permitió a EEUU ser lo que fue hasta hace contados años.

Pero eso es lo que ha cambiado.

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ref(1)