2024/04/17

El comportamiento de las bolsas de valores occidentales, parece seguir el comportamiento artificial que logran los bots en las redes sociales, mientras la realidad del déficit comercial estadounidense mantiene su curso, lo que habla de emisiones sin respaldo de dólares como fórmula del equilibrio, se vuelve permanente  la crisis de empresas insignes como Tesla, Apple, Boeing, o se amplía el uso de aranceles  en los países occidentales, algo que paralelamente evidencia como progresa el rezago del sector productivo en EEUU o Europa Occidental.

Ahora bien, las cotizaciones o precios de bienes y materias primas se están realizando al margen de las bolsas de Nueva York, Londres, París o Fráncfort, esto debido precisamente a que los mercados occidentales están enturbiados debido a las sanciones,  y medidas anticompetitivas, que imponen a potencias económicas emergentes y proveedores de materias primas esenciales, mientras los mercados en Oriente, se presentan más confiables respecto de la información que reportan, y por su puesto de los réditos que entregan.

De hecho, es precisamente China el motor de la economía de la producción mundial, algo que reconocen, con algún desgano, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio, entidades aún bajo control occidental.

El sistema mundo emergente, sin duda, tiene sus propios modelos económicos de precios, lo que regula los picos en los valores de materias primas y productos, modulando el nerviosismo originado en la batalla militar, que paralelamente se presenta.

Es el traspaso paulatino de la centralidad financiera de Occidente a Oriente, y explica porque las mismas multinacionales occidentales, se resisten a abandonar la economía y sector financiero que gira en torno a Beijing.

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