La triada nuclear, por norma,
explicita el poder de las armas atómicas que tiene la fuerza aérea, las
terrestres y la naval, sin embargo, también puede hablarse de una "triada
nuclear", por sus tensas relaciones, si se piensa en las grandes
potencias.
En un mundo que ve como se dificulta la obtención de los recursos naturales, cruzados por su propio cenit, lo que se mide por el incremento de costos unitarios de producción y de transformación, la posibilidad de la desconexión comercial entre países, parece una quimera.
EEUU y China están en disputa comercial, porque la productiva y tecnológica, ya la ganó Beijing, pero por su parte, con cada vez más desgano y enojo, multinacionales estadounidenses y occidentales pagan a las empresas localizadas en China, por sus productos y por el acceso a la fuerza laboral de la que dispone Beijing, en calidad y cantidad. Así las cosas, EEUU está obligada a financiar la proyección económica China, algo que tiene con los ojos abiertos, en las horas del sueño a Wall Street y acelerando el trabajo de las plumillas de las impresoras de papel dinero en la Reserva Federal.
Sucede otro tanto con Rusia. Occidente, por más que haya impuesto a Moscú, 15 mil sanciones de diversos tipos, la mayor cantidad en la historia, impuesta a país alguno, a más de una guerra hibrida, cada vez con más Otan chocando con tropas rusas, Europa Occidental y el mismo EEUU, dependen de suministros energéticos, entre ellos nucleares, y una miriada de materias primas originadas en el territorio eslavo.
Algo va en que hay materias primas que se han redireccionado al Lejano Oriente, y algo, en que los mismos que imponen las sanciones, se ven obligados a dejar los intersticios legales, por donde eludirlas. Eso sí, comprar gas licuado o petróleo ruso que ha dado la vuelta al mundo para eludir las sanciones es altamente costoso y vuelve inviable la producción en Europa, mientras que los bienes se destinan esencialmente para consumo y supervivencia de los hogares, y el transporte en las ciudades.
¿Qué solución queda?
La historia está plagada de ejemplos del auge y caída de imperios, sin embargo, la derrota militar del estado hegemon es a su vez, la característica. Y este es el verdadero problema, en una era nuclear, donde un intercambio de misiles intercontinentales, eliminaría de paso, no solo los actores de la disputa, si no, por supuesto, la humanidad.
*Algo luego de lo sucedido en la capital rusa, ayer.
El ataque terrorista en Moscú el día de ayer, se suma a realidades como la detonación submarina del más importante gasoducto en el mundo, el Nord Stream en el Báltico, los dos ataques al puente más largo de Europa, en el estrecho de Kerch y que une Krasnodar con Crimea, y en si la guerra en Ucrania, con decenas de miles de combatientes muertos, cientos de civiles y millones de desplazados, hablan de como la guerra internacional supera cada vez más sus propios límites, pulsando situaciones insospechadas.
De hecho, el portavoz de la Federación rusa, Dmitry Peskov, formalizaba la realidad conocida por todos, y es que Rusia “se encuentra en guerra” con Estados Unidos, y lo que denomina, el Occidente Colectivo, debido a la involucración directa de los actores, sea financiera, sustentación militar o política, en las hostilidades, algo que no hace más que corroborar, que no es que, en el futuro se vaya a presentar una confrontación entre la Otan y Rusia, si no que ya se está presentando.
No sucedió, como lo ocurrido en la Segunda Guerra, que las declaraciones de este tipo pasaban por una carta formal, sino que, como consecuencia de la puesta en marcha de una guerra híbrida, la frontera de la confrontación entre potencias fue superada, desde esa misma informalidad.
¿Quién con el pie en el acelerador?
En el fondo el casus belli de la guerra en curso, sigue estando en el terreno de la economía.
EEUU y Occidente quieren contener el curso natural de ascenso y caída imperial, cuando se pierde en el terreno de la producción industrial y el comercio, del desarrollo tecnológico. Ha sucedido, con España, Reino Unido, Francia, imperios incontestados en periodos de la historia, pero su declive sobrevino, en medio también de sus reveses en las guerras de conquista, pero que dieron paso a otro tipo de escenario internacional y político de potencias en ascenso.
El tema es, como tantas veces se ha machacado, que estamos en una escena de singularidad en la historia de las guerras en todos los tiempos, y es el arma atómica…cientos de miles, que atañen a la denominada “destrucción mutua asegurada”.
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