
Dicho indicador ha pasado de 6,4% en el
año 2008 a 14,7% en el año 2012, y en lo que va del año 2013 se
localiza en un promedio de 14,0%.
Esta situación ha impactado
negativamente la economía de los hogares estadounidenses, que lejos
de tener un respiro ahora tendrán que vérselas con los efectos que
sobrevienen a las reducciones del gasto federal que se aplican desde el
pasado mes de marzo y que está relacionado con los anuncios de retracción
del programa de estímulo de la economía americana, lo que ya
impacta la dinámica económica global.
La deuda de las familias americanas como
porcentaje de sus ingresos se ha incrementado de cerca del 20% en el año 1940 a
una cifra aproximada al 125% en el año 2013.