El ascenso del trumpismo está estrechamente ligado al declive de la hegemonía de
Washington en el mundo, una dificultad ligada al hecho de que EEUU se ha
quedado con la emisión de la moneda global el dólar mientras China con la factoría mundial.
Ahora bien, la estructuración de los BRICS + está dejando en el pasado la exportación de los ciclos de crisis capitalistas en Wall Street que se trasladaban al resto del mundo, una vulnerabilidad que hoy tiene ecos en la inflación persistente que aqueja al gigante norteamericano mientras la economía de China, por ejemplo, mantiene un curso sostenido de crecimiento(5% en 2024), manteniendo bajo control el poder adquisitivo de Beijing.
Tiene que ver con el dictado de Wall Street para que Europa asuma los costos de la guerra en Ucrania (pensar en que ya se demanda no 2 por ciento del PIB por país a 5 como aporte a la Otan), y a que el Viejo Continente ahora subvencione a Washington comprando el petróleo y gas originado en fracking y que comercializa EEUU.
Como se ha mencionado en otras oportunidades, Trump presiona a Canadá con el tema de anexarlo como un estado más de la Unión Americana y a Mexico con los carteles o la migración, la anexión de Groenlandia, en el interés de buscar que el petróleo crudo que EEUU compra a Canadá o Mexico no se trance a precios internacionales o explotar en este mismo contexto el que este en torno a la mayor de las islas del mundo, Groenlandia o el mismo Ártico.
El magnate tiene como divisa pues reducir "a como dé lugar" el déficit comercial de EEUU y la impresión del billete verde (incluye la actividad del Departamento de Eficiencia Gubernamental-DOGE- capitaneada por Musk, que promete eliminar el gasto llevado a cabo mediante entidades públicas entregando la gestión total del Estado al sector privado, que obviamente hizo campaña a Trump).
Este mismo objetivo es el que aplica al retiro de EEUU de entidades de la ONU como la Organización Mundial de la Salud o el Pacto de París, es decir, no hacer pagos en dólares a organizaciones internacionales o adoptar políticas, como en el caso ambiental que requieran financiación estatal y de nuevo potenciales emisiones de la Reserva Federal.
Sin embargo, este cálculo aritmético para el caso de los países que negocian con EEUU (pensar también en la que para Trump es su "palabra favorita" arancel) choca con la dificultad de que los países pueden optar por comercializar sus productos con terceras naciones que compren bienes y servicios al margen de los precios que dicta Washington.
Y llegado aquí este es el mayor temor y es que ante esta realidad Wall Street no permitirá quedarse solo en el mundo, cuando tiene el mayor ejército y aparataje para complotar (pensar en la CIA) que existe a escala global por lo que se intensificarán las intervenciones híbridas y militares propias del pillaje y el saqueo de la era colonial, con cualquiera de sus acepciones: española (Conquista de América); o la adoptada por el imperio británico o francés, por colocar un ejemplo.
Claro es que como en las eras coloniales se toman las frutas que están en la parte baja del árbol y esto hace alusión a Panamá, aunque en este caso específico aplica la idea de torpedear el comercio internacional que sobreviene a la globalización, obstaculizarlo, hacerlo más costoso y "obligar" a los países a que se tomen el jarabe del sistema de precios estadounidenses mientras cohíben su relación con países de los BRICS.
No parece pues casual que mientras Trump está en el baile inaugural en medio de la posesión presidencial, Xi Jinping y Putin estén en su propia comunicación telefónica.
+La guerra a los migrantes provenientes del sur global tiene como fin no regularizar y evitar que los empresarios paguen salarios legales a este tipo de trabajadores.
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