
En particular existen dos tipos
de acuíferos; aquellos que capturan agua
lluvia pero que sobre explotados se
desecan, y los acuíferos que tienen un volumen constante de agua y que no se
recargan.
El agotamiento del agua dulce está impulsando el
uso de tecnologías para desalinizar el agua de mar, una medida que impacta
el valor actual del líquido vital en el mundo
puesto que tal procedimiento implica consumo adicional de energía. De hecho, para desalinizar un metro cúbico de agua
de mar se requiere del consumo de 6 kilovatios hora de energía.