Jorge Mejia Martinez
Obama se pellizcó. Salió a la plaza pública en pos de los votos de los apáticos Demócratas, a escasos 15 días de las elecciones para renovar el congreso de los EEUU. El panorama es gris. Al Presidente negro le pasan factura de sus impotencias e incumplimientos en el terreno de la economía. No importa su voluntad reformista en campos como la seguridad social y la salud para los más pobres de Norteamérica, a costa de socavar los intereses de los más encumbrados centros de poder, tradicionalmente más cercanos a las huestes del partido de los Republicanos. La derecha más radical se ha movilizado en una cruzada para torpedear cualquier afán renovador del gobierno Obama, recurriendo a alborotar el acendrado espíritu individualista de los gringos, el sectarismo anti inmigratorio y el supuesto carácter socialista de las medidas que hocen trastocar el estado de cosas del país del norte.
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