2025/01/14

El año 2024 desde el punto de vista del cambio climático representa el pasado de la meta del incremento de la temperatura media global de 1,5 grados centígrados en 2050 (ya hay cálculos del orden del doble de este incremento en igual periodo) con todos los efectos que sobrevienen a ello.

Es decir, que las sociedades quedan sometidas a la intensificación de episodios como fenómenos meteorológicos extremos, que como se sabe impacta de manera más severa a países de menores ingresos y subsecuentemente sus poblaciones más pobres y que tienen menor capacidad de reponerse de la perdida de vidas y bienes debido a lluvias, sequias y temperaturas extremas. Considerar que la región ecuatorial será una en donde los desafíos climáticos se prevén más severos, entre otros, debido a patrones de poblamiento en zonas de riesgo debido a la pobreza y en general a la planeación urbana.

Desafortunadamente la agenda verde impulsada por demócratas en Estados Unidos y gobiernos en la Unión Europea se enfoca más a mitigar su dependencia de la importación de petróleo y gas que a controlar precisamente el sector que ha iluminado su supremacía económica, hoy en crisis, es decir, el automovilístico basado en combustibles fósiles.

Una acción real de control del fenómeno generador del problema debe tomar como modelo lo sucedido con el consumo de tabaco. Es decir, las sanciones no se aplican a los consumidores como a los productores: la Philipp Morris Tobacco y demás compañías  tabacaleras pagaron por décadas expertos y estudios sobre la inocuidad del consumo de cigarrillo mientras en el caso de los fabricantes de vehículos hoy se conoce la alteración de los resultados de emisiones, con lo que se eludió sistemáticamente la aplicación de las normas establecidas. Un ejemplo connotado es el denominado Dieselgate (donde se han presentado detenciones a directivos y sanciones económicas a empresarios de grandes marcas), pero es conocido que fue un comportamiento generalizado en la industria. Por su puesto, son miles de personas involucradas y afectadas por el consumo de tabaco, pero no tiene comparación con la alteración de la composición de la atmósfera de la tierra y la magnitud en vidas y económicas debido al cambio climático.

De hecho, sancionar los compradores de vehículos resultará en que partidos políticos que deniegan del cambio climático traducirán los propios Trump domésticos, tomando como bandera el comercio del vehículo de combustión privado. En este caso, la transición “es una transición” porque no puede obviarse el papel como fuerza de trabajo del transporte de carga y pasajeros que juegan los combustibles fósiles y que de hecho ha determinado la economía mundial desde la Revolución Industrial, es decir, desde el siglo XIX.  De otro lado, no puede obviarse que ya se observa una reacción a las medidas de descarbonización en Europa  y EEUU debido a que se está segregando la oportunidad del uso de vehículos porque son los más adinerados los que poseen recursos suficientes para adquirir un vehículo eléctrico, pagar altos precios de los combustibles e impuestos.

Hay que comprender pues que una política cierta de control de emisiones de CO2 tiene que ver con consolidados los costos sociales y económicos del cambio climático, derivarlos en pagos a las empresas fabricantes de los vehículos, una equivalencia que también aplicó al caso ya mencionado del tabaco. 

El problema reside en que los países europeos y EEUU no se atreven a discutir el asunto y las sanciones que actualmente imponen a los fabricantes de vehículos de combustión asociados a la venta de cada uno de estos, es un estipendio si se compara con los efectos globales que se involucran. Entre otros, la ventaja comercial que tienen los vehículos eléctricos chinos tanto en Europa como en Estados Unidos es el otro factor que está conduciendo a estas regiones a ralentizar o hasta desaparecer los procesos actuales de descarbonización del transporte, o inclinarse por opciones aún más dramáticas ambientalmente hablando, como la adopción de la energía nuclear.  

-La realidad de los impactos que deberían asumir las constructoras de vehículos: el caso de los actuales incendios en California.

La humanidad olvida que el agua que llega a sus grifos es parte del milagro que hace la naturaleza donde la evapotranspiración en mares, ríos y bosques en combinación con gradientes de calor regulado que aporta el sol, o el frío nocturno hace la magia de las nubes y los mapas regulares de lluvias.

Cuando cambian los fenómenos involucrados (recordar que 2024 da continuidad al curso de la última década donde cada año subsiguiente supera al anterior en incremento del promedio de temperaturas a nivel global), lo alberga transformaciones excepcionales, por su parte.

Los incendios de California que se estima muy preliminarmente impactan 40 mil personas que lo perdieron todo, están relacionados con ello.

Altas temperaturas significa que árboles, madera o plásticos de las edificaciones se convierten en un combustible inflamable y una chispa hace lo demás (puede considerarse que en ciertas condiciones no se requiere y se presenta un autoencendido), es lo q explica como manzanas tras manzanas de construcciones se inflamaron de manera inédita.

Las chispas de incendios simultáneos en combinación con ráfagas de viento expandieron la situación de forma incontrolada.

Las zonas urbanas se vuelven tan combustibles como los bosques sometidos a un alto periodo de sequía y alta intensidad solar (de hecho, Bogotá tiene unos días soleados y sin nubosidad ya por meses, lo que explica precisamente el racionamiento de agua, un primer hito que, si se fusiona a otros, el resultado será similar. Recordar como ya son varios los incendios de bodegas de reciclaje en la ciudad y no se necesita una chispa porque en ciertas condiciones papel, cartón, plásticos o madera, en combinación con una alta intensidad solar, como se ha reiterado, tienden a la autoignición).

Los bomberos ante la irrupción simultánea de incendios no tenían oportunidad de enfrentar la situación, a lo que la municipalidad respondió con el uso de presos de las cárceles que a cambio de arriesgar sus vidas conmutaran sus penas de prisión(bueno en este caso los con-denados, social y políticamente si dejaron de ser peligrosos). La excepcionalidad de los sucesos de California hicieron memoria de lo sucedido con las vacunas en medio de la pandemia del Covid 19, y es que los magnates irrumpieron con la contratación de "bomberos privados", un fenómeno que condujo a la aparición de islas protegidas de la ciudad mientras lo demás ardía a ojos de quienes no tenían recursos económicos para pagar dichos servicios. Fue la única forma de ver pobres en las playas de Malibú donde se instaló la estación de hidratación de los presos ahora bomberos.

El contexto de lo sucedido  en California se agrava cuando se reconoce que los hidrantes se quedaron sin agua rápidamente, debido al estrés hídrico al que estaba sometida la región y que se ha extendido progresivamente en el tiempo.

De otro lado, aparece el problema de las aseguradoras que pagan individualmente las personas que poseen una casa(que de hecho se denuncia que conocidos los riesgos de incendios descontrolados debido al cambio climático, las aseguradoras decidieron no brindar o eliminar las pólizas de las viviendas con este tipo de cobertura) sino realmente de los fabricantes de vehículos con motor térmico, que entre otros han producido las decenas de millones de vehículos que circulan y saturan las ciudades del mundo hasta llevarlas a su inoperatividad y funcionalidad urbana, a lo que hay que agregar los efectos ambientales ya mencionados.

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