
Esta severa contracción impacta
el mercado mundial de gasolina, dado que Estados Unidos es el primer consumidor global de este producto. De hecho, mientras la Unión Americana consume 1340 millones
de litros diarios, el resto del mundo consume 1220 millones de litros al día.
La reducción del consumo de
combustibles tiene paralelismo con la crisis económica que inició en el año
2007, y los pobres desempeños económicos que desde entonces nublan las
expectativas de Estados Unidos.
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