Las frutas que están en la parte baja del árbol,
esos son los países aliados o contradictores de Estados Unidos y que como
consecuencia de una política de debilitamiento o eliminación de sus ejércitos
ahora se convierten en regiones de potencial expansión de Washington.
Pocos se imaginaban que la crisis de la hegemonía Occidental terminara por animar un proceso de recolonización en la esfera de influencia de Estados Unidos por el mismo Washington, y las ya constantes demandas de anexión de territorios (Panamá, Groenlandia, Canadá…las frutas maduras en la parte baja del árbol) en las redes sociales por parte de Trump, hace sentir con fuerza el silencio de la Organización de Naciones Unidas, en teoría garante del derecho internacional, es como si no existiera.
En el caso de Canadá o Groenlandia (que pertenece a Dinamarca), y que involucra países de la Organización del Atlántico Norte-Otan, entidad que en su artículo 5 establece que una agresión a un país de la asociación tendrá respuesta solidaria de todos los que hacen parte de la misma (28 estados), el silencio se vuelve ensordecedor.
Es decir, un país de la Otan franquea (a la pregunta a Trump sobre si usará la fuerza militar, no la descartó) a otros miembros de la organización Atlántica. ¿En ese caso que sucede? ¿los demás se asociarán para confrontar militarmente al belicoso? -Lo de belicoso incluye el ar-gumento maniqueo que presenta el presidente electo de que se plantea “por razones de seguridad nacional” o “para garantizar la protección del mundo libre”-.
Ahora bien, la escena de facto plantea el fin de la Otan, nada más y nada menos, lo que adquiere mayor contexto cuando el “brave dog” de Trump, Elon Musk, cancela mediáticamente al primer ministro de Inglaterra Starmer, involucrándolo con su pasiva actividad cuando hacia parte de la rama judicial y respecto de casos de violaciones de menores. Al canciller de Alemania, Scholz lo ha llamado “bufón” y al presidente del mismo país Frank-Walter Steinmeier “tirano”, y resulta particular la respuesta de la cancillería, presidencia o portavoces de la Unión Europea: de nuevo, cero. Es decir, Bruselas también está dando patadas de ahogado.
A lo que hay que agregar que las declaraciones de Trump sobre que Canadá debe ser el estado 51 de la Unión Americana, en su momento llamó al ya renunciado primer ministro Trudeau como Gobernador, hijo de Fidel Castro, una secuencia de agravios que terminó por resquebrajar el partido de gobierno de Canadá y la caída del premier con sede en Ottawa. Ayer, Trudeau en medio del incendio respondió a las declaraciones ácidas de Trump y la vocería la tomó Elon Musk, llamándolo afeminado.
En las últimas horas desde Mar a Lago, digamos el sustituto practico de la Casa Blanca, el presidente electo, redobló las apuestas sobre la Otan, manifestando que ahora el aporte de los socios de la organización debe subir al 5% del PIB de cada país. Como se sabe, el incremento demandado por Trump en su primer gobierno fue de 2% que con dificultad buena parte de los países de la alianza lograron “aportar” y ahora, el magnate, más que duplica la altura del listón. Por supuesto, estos dineros son asumidos por Estados Unidos para animar su industria militar y de entrada ello profundizará la crisis económica que ya atraviesa la Unión Europea: Alemania, el motor de Europa, ya acumula 3 años de recesión.
No termina allí. Musk continua el fogueo a los “socios” de Estados Unidos con la cruda injerencia en asuntos internos de Alemania, donde a través de su parlante global X (antiguo Twitter) promueve abiertamente el voto por la contraparte al bipartidismo por décadas en el gobierno teutón, Alternativa para Alemania. Sucede también en el caso de Inglaterra donde promueve un referéndum que precipite la caída del primer ministro Starmer y con el llamado a que “América debería liberar al Reino Unido de su Gobierno tiránico”.
*A todo esto Unasur sigue en silencio respecto de la soberanía de Panamá o la situación de Mexico. Solo Colombia y Venezuela, considerando la región, se han pronunciado abiertamente respecto de las declaraciones hechas por Trump. A nivel internacional, el apoyo a Panamá como a Mexico lo ha realizado China.
*La OEA por ahora en silencio enfrenta el mayor desafío desde su constitución al tener que enfrentar un miembro de la talla de EEUU.