2024/12/31

De Siria pos Assad a Alemania: el caos creativo Occidental. ¿De la propia medicina?

Sin duda, la era de la hegemonía estadounidense ha sido acompañada en el vagón trasero por parte de Europa Occidental, donde ha hecho parte de las intervenciones militares a sombra de la Otan, o sin su rostro en la propia Europa en el caso de Yugoslavia, las guerras en Oriente Medio, África, las acciones encubiertas de injerencia o la mecánica de los bloqueos económicos en diversos lugares del mundo.

Ahora, cuando la hegemonía está renqueante, sobre todo porque según EEUU el Viejo Continente no hace lo suficiente con la guerra de Ucrania en la que Rusia va sacando la cabeza, la cuenta de cobro sobreviene a la élite europea y al bipartidismo que sobreviene a la segunda guerra.

Y es la misma medicina con la que han prohijado el dominio en vastos lugares del planeta.

La estrategia de Wall Street en la versión Trump es llevar a los Estados europeos donde se pierde el control proto occidental, al fomento de escenarios de fragmentación política y la constitución de gobiernos débiles que permitan la sumisión desde ultramar.

Elon Musk ha llamado al Canciller de Alemania Olaf Scholz “bufon” y en su parlante global X(anterior Twitter) viene promoviendo el voto a AFD, empero, nada de que asombrarse. Como en el juego amarrado de la bolsa de valores, el magnate  simplemente se adapta a la tendencia que sobreviene a la anterior elección del Bundestag y es que AFD seguirá rompiendo el bipartidismo histórico constituido alrededor del Partido Social Demócrata-PSD y de la Unión Cristiano Demócrata-CDU.

Es convertir la desventaja del fin del bipartidismo en el que cada uno de los partidos tradicionales se turnaba en el poder, por otro, y es en medio de la convulsión política derivada de la crisis del neoliberalismo, los altos precios de las materias primas que sobreviene a la ruptura comercial Berlín-Moscú (que permitió a Alemania ser potencia económica por décadas en Europa y el mundo) y la guerra en Europa, inclinar la balanza por gobiernos débiles sin legitimidad (se espera una coalición atomizada) más dóciles incluso que gobiernos de la era frentenacionalista.

De hecho, pese a que AFD es vista como un partido que se opone a la guerra en Ucrania, también se asimila a un partido político que derive en un modelo tipo Boric en Chile, influenciable finalmente.

Los juegos de la política Atlantista en Europa tienen su propio capítulo en Francia, donde el actual presidente Macron, simplemente rompe la regla democrática de hacer gobierno con el partido que obtiene la mayor votación al parlamento, en este caso, el Frente Popular, una fórmula en la que ya se precipitó el gobierno Barnier, el primero de esta apuesta y se espera que el actual, definido de la misma forma, el representado por Bayrou corra una suerte semejante.

Es decir, el modelo de gobiernos débiles, sin legitimidad, pero en los que predomine el Atlantismo o el gobierno de EEUU en Europa.

Esta perspectiva tiene sus variantes, como el caso de "anular" la elección más reciente en Rumania porque la candidata inclinada al favor de Occidente simplemente perdió, un evento excepcional y antidemocrático con cero registro en los medios occidentales.