
En particular, la actual oleada de migrantes proveniente de África y
Oriente Medio que se dirige a Europa
y que supera las 350 mil
personas, se explica en gran parte como
consecuencia de las intervenciones militares
auspiciadas por países
occidentales encabezados por Estados Unidos en Afganistán, Iraq, Libia y más
recientemente Siria, así como por la inestabilidad que produjo el Golpe de
Estado en Egipto.
En el tránsito por el Mar
Mediterráneo y por las carreteras europeas, 30,871 migrantes africanos y de
países de Oriente Medio han desaparecido o muerto para el periodo comprendido
entre el año 2000 y septiembre de 2015.