Las investigaciones
sobre lavado de activos han corroborado de diversas formas, cuan porosas son
las fronteras entre la economía legal e ilegal en el mundo.
Un caso reciente en
este tipo de trasiego es lo sucedido con la compañía Goldex, dedicada a las
exportaciones desde Colombia de oro a Estados Unidos y Europa, y que según la
Fiscalía General de la Nación, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian)
y la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf), representaba el eslabón por medio del cual las organizaciones criminales del país diversificaron el
comercio de cocaína con el comercio de oro, siguiendo la ruta del auge de los
precios del metal, que inició su escalada desde el año 2001 hasta mediados del
año 2012, tras lo cual se presenta una espiral descendente del precio internacional.
Hoy cuando los
precios del oro han tenido una caída del 34%, al comparar sus equivalentes del
año 2012 y el del precio de la onza troy en la actualidad, el afán por el
comercio más lucrativo de los grupos ilegales se muestra invertido y explica
como los cultivos de coca en Colombia se incrementaron en un 44% entre los años
2013 a 2014.