
Tal eventualidad, regularmente se presenta cuando
los estados advierten acciones como el espionaje o la injerencia en asuntos
internos realizados en el país anfitrión por parte de una o varias personas
acreditadas, y que integran la delegación diplomática en cuestión.
El más reciente evento de
expulsión en razón del espionaje, se ha presentado en Alemania donde el país teutón
decidió la salida del máximo representante de los servicios secretos de los
Estados Unidos adscrito a la embajada americana en Berlín.