2011/02/13

Recientemente en Colombia ha tomado auge la discusión sobre las Bandas Criminales Emergentes(BACRIM), una serie de organizaciones en disidencia que continuaron en actividad tras el proceso de paz iniciado en 2002 entre los grupos paramilitares y el gobierno.

Las BACRIM y los grupos paramilitares tienen en común su relación con el narcotráfico y con el entramado de bandas que operan en las principales ciudades colombianas y que se dedican a un amplio espectro de actividades delincuenciales entre las que se cuentan el hurto, la extorsión, el sicariato y el secuestro, todos ellos, factores que tienen causalidad con la actual tasa nacional de homicidios hoy por hoy en 32 por cada cien mil habitantes.

Según estudios, se estima que los grupos paramilitares se hicieron al control de entre 2,6 y 6,8 millones de hectáreas de tierra, un problema que el actual gobierno del presidente Santos prevé resolver mediante la expropiación y restitución de las propiedades a las víctimas de los grupos ilegales mediante el trámite de una ley que desde ya se ve desafiada por importantes sectores políticos en el Congreso colombiano entre los que se cuentan partidos de la coalición de gobierno. La intimidación y asesinatos de personas que reclaman estas tierras involucran en la actualidad a las BACRIM.

El monitoreo de las bandas criminales evidencia el avance del proceso de concentración de poder. Para 2006 estos grupos ascendían a 33 mientras en 2010 el censo estableció la existencia de 7 entre las que destacan los Urabeños, los paísas y los rastrojos.

Las BACRIM cuentan con un número de integrantes que van de los 4 a 6 mil efectivos según sea la fuente, Policía Nacional o la Comisión Nacional de Reparación respectivamente.

Para comprender los móviles de las BACRIM respecto de su pasado contrainsurgente es importante reseñar que los choques entre estos grupos y las guerrillas se concentran ahora en zonas de cultivos de coca, rutas de transporte, y lugares considerados por las autoridades como regiones de embarque de cocaína con destino al mercado internacional de drogas ilegales.
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