El número de modelos de vehículos existentes en el mundo y referenciados según el tipo de combustible usado en los motores, ha variado considerablemente en los últimos 22 años, un fenómeno que tiene como clave dejar en el pasado la propulsión que opera exclusivamente con gasolina.
Los motores de los vehículos han tendido a priorizar el uso del ACPM
o utilizar como fuente de energía el gas natural y propano, la electricidad, los
biocombustibles, el metanol, el etanol o el hidrógeno. En su lucha por disminuir la dependencia de
la gasolina los diseñadores de vehículos han incluido modelos híbridos donde los
motores funcionan con dos tipos de combustible o basados en dos fuentes
diferentes de energía.
Según el departamento de energía de los
Estados Unidos, el número de modelos según tipo de combustible ha pasado de 19
en el año 1991 a 175 en el año 2013.