Durante las últimas décadas, se
ha consolidado un nuevo formato en las confrontaciones armadas que se presentan en el mundo, donde
se evidencia la primacía de la ocurrencia de conflictos internos (90% de los
totales), y donde se observa como característica una mayor afectación a la población civil, un fenómeno
definido por la investigadora de la “London School of Economics”, Mary Kaldor, como las “nuevas guerras” una categoría en la
que se incluyen tanto los conflictos armados clásicos que sobrevienen a la década de los ochentas,
hasta aquellos actuales en los que
abiertamente se involucran potencias externas y donde son usados equipos de
alta tecnología militar como misiles, drones o aviones no tripulados.
En números, mientras la cantidad de conflictos internos a
nivel global para finales de la década de 1980 era de 35, y su equivalente para
fines de la primera década del siglo en curso de 24, las victimas del desplazamiento forzado
en el mundo han pasado de 16,5 millones en 1989 a 26,4 millones en el año 2011.
Ahora bien, la clasificación de las confrontaciones armadas a nivel global obtienen otras categorías
según el número de víctimas que
provocan. Así, si la confrontación provoca más de 1000 muertes al año se clasifica como conflicto o guerra de mayor escala para el centro de conflictos de la
universidad de Uppsala, o usando
la categoría de Naciones Unidas, conflictos de “baja intensidad”.
En contexto, Colombia es uno de los diez conflictos en curso en el mundo, sobreviene al año 1964 e involucra la muerte de entre 50 mil a 350 mil personas.
Conozca la multimedia relacionada en un servicio de las agendas de conflictos, economía, energía y biosfera
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