
El conflicto interno de Angola se vertebró en el contexto de la “Guerra Fría”, con negociaciones importantes en los años 1991 y 1994, y tuvo como protagonistas tres organizaciones armadas: el Movimiento Popular para la Liberación de Angola(MPLA), con vínculos con los países del pacto de Varsovia; el Frente Nacional de Liberación de Angola(FNLA) quien recibió apoyo del gobierno de Mobutu Sese Seko en Zaire y del gobierno del apartheid en Suráfrica, y los Estados Unidos; y la Unión Nacional para la Independencia total de Angola(UNITA), quien también recibió ayuda militar de Estados Unidos y Suráfrica. Formalmente, el conflicto culmina con la muerte en combate del líder de la UNITA, Jonas Malheiro Savimbi en febrero de 2002, y luego de que los movimientos armados transitaran a la escena política como partidos.
El comercio colectivo del grupo BRICS con Angola ha crecido de manera sostenida entre los años 1998 a 2008, cuando pasó de 400 millones de dólares a 30 mil millones de dólares al fin del periodo. Este milagro económico está relacionado, entre otros, con la producción de petróleo. La nación bantú, paso de extraer 150 mil barriles de crudo en 1980 a más de 1.8 millones en 2010.
Pero hoy no todo es calma en Angola. El líder del MPLA, José Eduardo dos Santos, actual presidente del país, tiene como reto enfrentar la situación del enclave de Cabinda donde persiste la actividad de organizaciones armadas que pugnan por la independencia de Angola. Cabinda concentra más la producción del 50% del petróleo que produce el país africano.
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