Según el más reciente informe sobre las drogas de Naciones Unidas, el gramo de cocaína al detal en las calles de Estados Unidos, ajustado tanto a pureza como a la inflación, presentó un precio de 237 dólares en 2009, la segunda cifra más alta en dos décadas y luego de la obtenida en 1990 cuando el valor del gramo llego a la cima de los 274 dólares.
Este hecho coincide con una nueva generación de narcotraficantes en Colombia y con estos de una actualizada actividad en cuanto a la sofisticación de los mecanismos utilizados para el tráfico de narcóticos. El pasado julio, tres semisumergibles con capacidad entre una y tres toneladas fueron incautados por la armada de Colombia en el Urabá antioqueño, los que se suman a otros 63 artefactos de este tipo capturados desde 1993. En agosto, autoridades estadounidenses reflotaron un “narcosubmarino” con capacidad de 10 toneladas de carga y una tripulación entre 4 y 5 personas, hundido luego que fuera interceptado en aguas del mar Caribe.
Las técnicas de transporte aéreo desarrolladas por el antaño cartel de Medellín son también retomadas pero también en una nueva escala. Las autoridades colombianas dieron a conocer la semana anterior del desmantelamiento de una fábrica clandestina de aviones ligeros en donde se hallaron a su vez 410 kg de cocaína, esto en las costas del departamento de Chocó y perteneciente al Ejercito de Liberación Nacional (ELN).
Todo lo anterior se presenta en medio de una reducción en la destrucción de laboratorios tanto de pasta como de base de coca en el país.
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