2011/02/04

El incremento de los precios de los alimentos, una deuda externa que supera el 80% de su PIB y la disminución de los ingresos por la exportación de petróleo, que en 2009 cayó un 26%, fue el preludio de las manifestaciones que ya duran 11 días y que tienen contra las cuerdas al gobierno egipcio de Hosni Mubarak, un militar que ascendió al poder tras el asesinato de su antecesor Anwar al-Sadat en 1981, otro militar en la presidencia del país desde 1970.

La importancia de esta nación, radica en que es considerada la capital del mundo árabe. Su población asciende a 80 millones de habitantes, 23% de los 339 millones de personas que hablan árabe a nivel global. A su vez, en Egipto se encuentra el Canal del Suez a través del cual se comunican los mares Mediterráneo y Rojo y por el que atraviesan anualmente más de 560 millones de toneladas anuales de productos.

El gobierno egipcio recibe apoyo financiero y militar de los EE.UU., que asciende en los años recientes a más de 1500 millones de dólares anuales y es pieza clave en la geoestrategia de este país en Medio Oriente con Arabia Saudita y Pakistán.

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