Entre ética y ganancias
Jorge Mejia Martinez
La reacción de buena parte del empresariado colombiano por los 3.000 pesitos de más que Juan Manuel Santos decidió incrementarle al salario mínimo para llevarlo hasta el 4%, está llena de impudicia. El gobierno calmó las aguas inquietas luego del pírrico 3,4%, con lo justo para costear un pasaje de ida y vuelta en bus. Los trabajadores recibieron el aumento con estoicismo y los voceros de los ganaderos e industriales con cinismo. (A propósito: Roberto Hoyos Ruiz, Presidente del Intergremial de Antioquia, demostró entereza al apoyar al gobierno).
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