2010/10/05

Opinión

Ingrid y Piedad
Jorge Mejia Martinez

Ingrid y Piedad son víctimas de nuestro tiempo degradado. ¿Si fueran hombres la sociedad colombiana se encarnizaría de igual manera? No creo. Cayeron en desgracia, la una por hablar poco, víctima de sus silencios, y la otra por hablar mucho, víctima de sus palabras.

A Ingrid le exigían más expresividad con el Presidente Uribe el día de su liberación. Su parquedad alimentó el señalamiento morboso de los colombianos, que luego se transformó en odio cuando no supo calcular el costo social de su fallida demanda.
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