Por cientos de años la
agricultura cimentó la evolución de especies naturales a escala planetaria, sin
embargo, en el último decenio la producción agrícola caracterizada por el
monocultivo así como por la introducción de fertilizantes sintéticos, plaguicidas
y organismos genéticamente modificados tiene en peligro de extinción al 50% de las plantas.
Aun así, y contrariando las
tendencias globales sobre agricultura y con una producción marginal, lentamente
se abre paso el comercio de productos orgánicos en el mundo. Tan solo en Estados Unidos, entre
1998 y el 2010 las ventas de alimentos
orgánicos creció 16 veces respecto del crecimiento de comercio de alimentos convencionales.
En particular, la superficie
agrícola en Colombia destinada a producción orgánica ha pasado de 25.000
hectáreas durante el año 2002 a 45.125 hectáreas en el año 2010.