En 26 años, es decir, entre el
año 1990 y el año 2016, el PIB
colombiano ha crecido 4,1 veces; el
consumo de energía primaria se dobló y la población creció 1,5 veces, tres
indicadores que viajan en el tiempo estrechamente y que en la práctica tejen
la historia colombiana de manera determinante.
Transversalmente hay una cultura y
una sociedad que constantemente se construye en función del comportamiento de dichos
indicadores. De ahí lo complejo de modificar
macrotendencias que corren paralelo al desarrollo humano.
Ahora bien, en este momento, la
sociedad colombiana como la global se enfrentan a retos excepcionales como la
escasez de recursos naturales, en el
pasado considerados ilimitados y al cambio climático, que condiciona el nivel
de explotación de los mismos.
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