Conforme se incrementan los consumos de combustibles fósiles derivado del
proceso de industrialización y de la desbocada motorización de la movilidad
humana, a su vez, pululan las partículas
y gases tóxicos en las principales urbes del mundo, y en ello Colombia no es la
excepción.
Por su parte, según la Organización Mundial de la Salud, el impacto en
Colombia de las enfermedades y muertes causadas por la respiración de gases
contaminantes asciende a 5,700 billones de pesos anualmente, o de otra forma,
5.000 muertes prematuras y 65.000 años de vida perdidos consecuencia de las
discapacidades asociadas.
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