2017/10/20

El neo-nacionalismo se caracteriza por obviar el peso que hasta ahora poseen las relaciones internacionales y el multilateralismo, dando prevalencia a lo considerado como de interés nacional, una realidad que coloca en emergencia el sistema de Naciones Unidas.

Aunque el neo-nacionalismo adquiere diversos matices, son visibles dos tendencias importantes. La primera de ellas  focalizada en Occidente e impulsada por  la crisis financiera en la Unión Americana del año 2007 y en la que resalta una reacción a la globalización tal como está concebida, el neoproteccionismo, la oposición a la inmigración, el euroescepticismo (en el viejo continente), y la afectación de las libertades civiles y políticas en el contexto del auge del terrorismo.

Una segunda se vive en el Lejano Oriente, donde China se convierte en adalid de la globalización en transición o policéntrica en la que se incluye el multilateralismo.

Las versiones del neo-nacionalismo  explicitan el  tránsito de una globalización arbitrada por el comercio internacional en el contexto de la hegemonía estadounidense a una donde los referentes políticos mundiales son difusos acorde con la emergencia de la multipolaridad.

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