En el año 2015 el número de
defensores del medio ambiente asesinados en el mundo se incrementó en un 59%
respecto de los registrados en el año 2014, en una medición que sobre la
temática se realiza desde el año 2002.
El incremento de las muertes violentas de dichos
activistas se presenta en medio de fenómenos como la reducción de la oferta
natural de recursos esenciales para la
vida como el agua, así como de otros considerados materias primas para la
industria, el comercio y los relacionados con la generación de energía.