2014/07/18

De acuerdo a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, cualquier Estado puede declarar a un funcionario de un cuerpo diplomático persona no grata cuando lo considere necesario,  lo que trae como consecuencia el retorno del mismo a su país de origen.

Tal  eventualidad, regularmente se presenta cuando los estados advierten acciones como el espionaje o la injerencia en asuntos internos realizados en el país anfitrión por parte de una o varias personas acreditadas,  y que integran la delegación diplomática en cuestión.

El más reciente evento de expulsión en razón del espionaje, se ha presentado en Alemania donde el país teutón decidió la salida del máximo representante de los servicios secretos de los Estados Unidos adscrito a la embajada americana en Berlín.

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